El término en inglés «Quit Quitting» (renuncia silenciosa) ha captado mi atención últimamente, especialmente en el contexto de la Generación Z, y se ha convertido en una práctica cada vez más común, al menos aquí en Estados Unidos. Pero, ¿qué significa realmente este término? Básicamente, se trata de no ir más allá de tus responsabilidades laborales, haciendo solo lo necesario y por lo que te pagan.
Mi experiencia personal me ha llevado a reflexionar sobre este tema. Cuando me ofrecieron la oportunidad de participar en un curso de preparación para el examen de admisión a la universidad, aunque no era obligatorio, decidí aceptar. Esta milla extra que recorrí al tomar esas clases gratuitas, me ayudó significativamente en mi proceso de admisión y me convirtió en un estudiante más dedicado y exitoso. Que por cierto, no era de los mejores.
Otro ejemplo de dar un paso adicional fue cuando, siendo estudiante universitario, decidí estudiar inglés en paralelo a mi carrera principal. Aunque agotador y no directamente relacionado con mi especialidad en electrónica, invertí tiempo y esfuerzo en mejorar mis habilidades en otro idioma. Esta decisión resultó ser fundamental muchos años después, cuando me encontré viviendo en Estados Unidos. Quién lo diría o quien lo hubiera pensado.
En el ámbito laboral, también he experimentado los beneficios de ir más allá de lo esperado. Al mostrar dedicación, servicio y disposición para fortalecer mi liderazgo, pude avanzar en mi carrera, sin importar mi cargo o la posición que ejercí en algún momento. Esto me permitió liderar personas con habilidades técnicas muy superiores a las mías, En Estados Unidos, sobresalir en los trabajos más sencillos que puedas imaginar por los que he pasado. No importa la posición, es la ACTITUD. Así lo pienso.
Reflexionando sobre estas experiencias, puedo extraer algunos puntos clave:
Pensar a largo plazo y con mentalidad de crecimiento: Es crucial para nuestro desarrollo profesional y personal. Invertir en nosotros mismos a través de esfuerzos adicionales nos impulsa hacia el éxito a largo plazo.
La milla extra es una recompensa personal: No se trata solo de impresionar a los demás, sino de sentir la gratificación del trabajo bien hecho. Es un motor que nos impulsa hacia nuevos logros y desafíos.
Filtrar opiniones y seguir la voz interior: En un mundo lleno de opiniones, es importante discernir qué consejos seguir. La preparación y la reflexión nos ayudan a tomar decisiones fundamentadas.
El liderazgo implica inspirar a otros a ir más allá: Como líderes, debemos fomentar un entorno donde el esfuerzo adicional sea valorado y recompensado. Es importante no conformarse con lo mínimo, tanto para nosotros como para nuestro equipo.
Aunque la práctica de la renuncia silenciosa puede tener sus matices y sus riesgos, especialmente cuando se trata de explotación laboral, debemos reconocer que vivimos en una época de abundantes oportunidades para aquellos dispuestos a esforzarse y prepararse adecuadamente. Sin embargo, como líderes, debemos asegurarnos de no cruzar la línea entre exigir más y abusar del esfuerzo de nuestro equipo.
Al final, la pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué tan lejos estamos dispuestos a llegar? ¿Seguiremos pensando de la misma manera si alguna vez estamos en la posición de liderar a otros? La respuesta puede revelar mucho sobre nuestro enfoque hacia el trabajo y el crecimiento personal.
Recuerda, la excelencia no se alcanza conformándose con lo mínimo, sino dando ese paso adicional que marca la diferencia en nuestro camino hacia el éxito profesional y personal.